Me levante con un fuerte dolor en una rodilla, me habia dado un tirón bajando la última enorme cuesta para llegar a Portomarín, me dolío en el momento, pero después solo me molestaba un poco, al levantarme fue cuando sentí que la pierna me crujia, fuí a la farmacia a comprar una pomada y una rodillera, tenía que seguir,nuestro final de etapa era Melide,pero siempre podiamos quedar en Palas,me resistía a perder un día,empezamos a caminar a las 8 de la mañana, recorrimos parte del Camino con un chico de Colonia que se llamaba Timón,yo lo llamaba "el pincel", no se manchaba, no sudaba y no se despeinaba,pero curioso, caminaba como el que más, paramos a comer algo en Ligonde,muy cerca ya de Palas(en el Camino siempre tienes hambre), seguimos ruta entre mucha vegetación y un montón de árboles,me pare a esperar a mi hija que venía detras y note algo que me mordía los cordones de las botas !era una ardilla! laardilla más bonita que os podeis imaginar, debe de estar muy aconstumbrada a ver pasar peregrinos,por que alli estaba tan tranquila hasta que yo empezé a dar alaridos para que mi hija la viera, y la ardilla ante tanto grito se fue corriendo y desaparecio en un árbol.
Llagamos a Palas de Rei sobre las 12, decidimos parar a comer, la pierna me dolia mucho, pero quería continuar,comimos en un bar del pueblo el plato del día,muy bueno, cuando se tiene hambre todo esta bueno, e iniciamos otra vez la marcha,nos quedaban 15 Km.sendas y más sendas,bosques y más bosques,pero el paisaje, el silencio y compartir camino con algun peregrino que te vas encontrando merece la pena.
Atravesamos una especie de camino que tenía a un lado un poligono industrial y al otro la carretera, ya estabamos cerca,entramos en el pueblo,que estaba en fiestas,al fondo después de atravesar una plaza estaba el Albergue, teniamos sitio en el suelo, estupendo por lo menos no teniamos que buscar otro sitio para dormir.Colocamos nuestras esterillas y sacos, una ducha y a disfrutar de un buen paseo para terminar cenado en Casa Ezequiel, famoso por su pulpo,que estaba buenisimo, en Ezequiel encontramos a varios peregrinos conocidos, acabas coincidiendo con muchos, que van haciendo casi las mismas etapas que tú.