viernes

Monte do Gozo-Santiago de Compostela

El camino desde Monte do gozo a Santiago fue tranquilo, solo son 4,5 Km y con ese ansia por llegar parece que todo momento estás tocando Santiago.
Nos dirigimos a la catedral,abrazamos al Santo y visitamos su sepulcro, nos sentamos en el lateral del altar mayor en el 2º banco.Empieza la misa,concelebrada, nombran por lugares de origen a todos los peregrinos que han llegado ese día, junto a nosotros, las italianas y los niños deMadrid la misa fue muy emotiva despúes de la comunión de repente,la mayor sensación que me puede embargar en toda mi vida, El botafumeiro va a danzar,los tiraboleiros preparados y alla va.Vi en muchas ocasiones el botafumeiro funcionando pero puedo asegurar que nunca senti(excepto con Covadonga mi hija) tanta felicidad,creo que este tipo de satisfacciones surgen cuando esta el trabajo cumplido y la tarea bien hecha,no se como explicar la cantidad de sensaciones distintas que ese día se asentaron en mi mente y en mi corazón..Pero bueno, ya no os aburro más, fin de un camino de Santiago y comienzo de un nuevo Camino.El Camino de las estrellas,pero esta vez desde Roncesvalles.

Arca-Pedrouzo-Monte do Gozo.

Nos levantamos a las 7 como siempre, desayuno(todavía teníamos bizcochos, el paquete era tamaño familiar) y nos pusimos en ruta, solo nos quedaban 10 Km y 5 más a Santiago, cuando salimos no llovía pero hete aquí que según nos adentramos en la senda comenzo a llover y de que manera. Seguimos caminando, la lluvia era cada vez más fuerte, estabamos calados, fue una autentica pena no poder disfrutar de ese paisaje debido a la lluvia,lo único que deseabas era llegar y poder ponerte ropa seca.LLegamos a Labacolla,alli piensas que ya está muy cerca monte do Gozo,pero no es así, aún queda bastante o al menos a mi fue lo que parecío.

Encontramos a mi marido en un pequeño bar haciendo un descanso y tomandose un cafe, algo que agradecimos pues aunque frio no hacía estabamos tan mojados que la humedad se nos metía en los huesos.

Volvimos a emprender ruta, el último tramo es eterno, lo ves pero parece que no lo alcanzas nunca.

Por fín llegamos, una vez en el albergue instalados en una habitación con 8 literas que compartimos con los niños de Madrid y su padre, una buena ducha y cambio de ropa fuimos a comer y después subimos al monumento al peregrino, desde donde se ven las agujas de la Catedral, no las vimos estaba tan nublado que era imposible.

Mañana estariamos en Santiago, entraríamos por la puerta grande,su catedral y el Santo nos esperaban como esperan diariamente a miles de peregrinos que por diferente motivos llegan a Santiago en peregrinación.
Mañana era el gran día, mañana cumpliría mi promesa, en el cielo habría fiesta, una sonrisa y unas manos me arroparían,nos arroparían.